Para
el hombre ordinario algunos objetos o lugares, por familiares o cercanos,
pueden ser ignorados en la vida diaria y despertar por añadidura un escaso
interés (a veces las cercanía de las cosas o paisajes, pueden impedir intuir
sus transformaciones y su precariedad).
Un velo mas en la visión puntual o
diaria de este sujeto, es el corto tiempo en el que transcurre su vida, de tal
manera que al momento de tomar conciencia de su entorno, su alrededor local o
regional, puede solo tener una visión utilitaria en función de su sobrevivencia
y comodidad, quedando así todo lo demás fuera de este sentido.
Otro grupo de hombres comunes, pero curiosos, críticos e incansables y que militaron en algunas ciencias como
.. o fue el lugar de inicio de una nueva distribución de biodiversidad después de la última glaciación;
(ver publicación http://www.jornada.unam.mx/2013/12/02/eco-c.html)
..o un arroyo temporal que arrastraba los huesos de uno de los primeros homínidos...
(ver artículo http://centrodeartigos.com/articulos-informativos/article_68844.html )
Estos hombres han sido cautivados hasta la obsesión por como descifrar las huellas dejadas en la corteza terrestre por intrincados ciclos minerales, por el cambio evolutivo en la innumerable sucesión de organismos fósiles y por explicar la antigua y pétrea cosmovisión de civilizaciones ya desaparecidas.
En todos los países donde han sido reconocidos estos hombres, se les ha agradecido dotar de una entidad propia a un lugar anónimo (perdido hasta entonces en el caos explotador del desarrollo antropocéntrico) e investirlo de su propia historia natural, como un arcano que merece el respeto de cuidarlo y conservarlo para que las futuras generaciones puedan reconocerse en él.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Stonehenge)
El Bajío Irapuatense durante algún tiempo de la colonia y en la actualidad, ha sido caracterizado, junto con otras zonas cercanas, como uno de los principales centros agrícolas a nivel nacional.
(https://www.facebook.com/IrapuatoDeMisRecuerdos?fref=ts)
Anterior a esta descripción
geográfica, poco se sabe. Las versiones rápidas y poco documentadas (españolas
y actuales) hablan de pueblos nómadas, indómitos y sin lugar fijo que habitaban
las zonas semidesérticas que rodeaban los valles y que durante la época
colonial se dedicaron a hostigar a los españoles en su ruta de la plata que
pasaba por estos valles. Pero ecológica y socialmente este panorama no fue siempre así.
El Bajío Profundo donde se ubica Irapuato, alguna vez presentó en sus cerros vegetación de selva baja caducifolia..
que es común observarlo en las riveras de los ríos o en presas del bajío.
(ver http://biodiversidad-bajio-profundo.blogspot.mx/2013/08/la-selva-baja-del-bajio-profundo.html)
...y en sus faldas exuberantes mezquiteras, entre un clima subhúmedo rodeado de encinares que
cubrían las sierras circundantes; en los valles, habitaban un sinnúmero de animales acuáticos en las ciénegas y humedales,
irrigados por el desborde temporal de los ríos Silao, Temazcatio, Guanajuato, Turbio y Laja. Una prueba de ello es la cerámica zoomorfa que se ha encontrado en las excavaciones, como la que observa en la foto de abajo..
(Foto cortesía del Museo de la Ciudad de Irapuato)
en la cual posiblemente representaban aves locales como este pato de collar mexicano (Anas platyrhynchos diazi).. que es común observarlo en las riveras de los ríos o en presas del bajío.
Y
en medio de este paisaje, hace mil años, se ubicaron en los cerros y lomeríos
circundantes al bajío, diferentes culturas que vivieron de la agricultura de
inundación en los valles inmensamente ricos, semejantes a los deltas del Nilo o
el Tigris y el Eufrates.
(Diapositiva donada por la M. en C. Susana Meave del Castillo)
Producto de esta situación es que se ha llegado a
calcular que aproximadamente en las diversas secciones del bajío guanajuatense
y que colinda con otros estados, se asentaron un millón de personas en estas elevaciones, que al
momento de necesitar mas área cultivable, no derribaban mezquites o encinos,
sino solamente ampliaban la superficie de cultivo en los valles, evidencia de
estos asentamientos es la zona arqueológica de Peralta en Pénjamo.
(ver video http://www.youtube.com/watch?v=Mki3h5nK8sM)
Una de estas elevaciones mencionadas, es el Cerro de Arandas, que junto con otros cerros...
ha contemplando por miles de años, un sinfín
de cambiantes escenarios, como mudo y agreste testigo, que con la cercanía de
sus poco mas de dos mil metros también ha cobijado el nacimiento y ocaso de
varias generaciones prehispánicas y españolas.
Ahora, sus anónimos vestigios naturales no significan mucho para el desarrollista urbano, el enajenado campesino (ajeno o despojado de sus valores de identidad) o el migrante urbano, establecido con nuevos ideales y unos fines más mediatos (la mayoría de la actual población irapuatense).
En este Cerro de Arandas con sus matices de selva seca, crecen erizados pochotes y huizaches,
sobrias cactáceas
y doradas burseras (un tipo de copal)
A poco mas de 2, 000 de altura, se puede hallar en este volcánico cerro, parte de la historia natural de la región que ahora llamamos Irapuato (Iraitzicutsio o Jiricuicho). La identidad de un humedal lacustre, que comenzó a desaparecer desde la colonia y terminó en nuestros días al detener finalmente los torrentes de inundación de la presa La Purísima. Pero, no obstante la marginalidad y el deterioro en que se encuentra este cerro, una mirada paciente e interesada, todavía nos permite descubrir vestigios donde hubiera una selva seca exuberante, ya que cuando uno penetra por los caminos abiertos por el ganado,
de pronto se topa en invierno con multitud de saltamontes,
aunado a todo esto, las aves migratorias transeúntes, hacía el norte o hacía el sur..
En el verano se pueden ver las floraciones de los huizaches
y las blancas flores de casaguate y el pochote
de las cuales se alimentan con polen o insectos las pequeñas abejas cerriles
y las temidas avispas
También se puede deleitar uno con el díscolo garambullo que de a poco regala sus frutos,
o las tunas de los varios tipos de nopales registrados aquí,mismas que integran la dieta de otros mamíferos como los tlacuaches (zarigüeyas)
o los pequeños zorros que deambulan entre rocas y arbustos.
Asimismo, se observan las enredaderas perennes de la tripa de vaca (del grupo de las vitáceas, pariente de la vid), que corona huizaches, garambullos o casaguates por igual, siempre buscando el sol. Una muestra más de la humedad estacional reinante es el paixtle que se fija, pacientemente, en cualquier árbol o arbusto elevado por igual.
En fin, todo este ecosistema que es una memoria viva y que aún es captador de agua y de carbono, está aquejado por el sobrepastoreo y por una equivocada planeación residencial
que está terminando con la cobertura vegetal y con las últimas raíces arqueológicas locales. Además, si le sumamos la pobreza de las colonias populares circundantes que consumen desde corazón de nopal (parte medular del nopal chamacuero) hasta leña. Todo este terreno puede verse algún día devastado como los aledaños cerros deLa
Garrida o los que rodean a Cristo Rey o a la ciudad de
Guanajuato. Entonces, ya no solo nos quejaremos de la ausencia de las grandes
mezquiteras alrededor de la ciudad, de lo atrasado de las lluvias y del
tremendo calor, sino que ahora en un lugar que se llegó a tener hace mil años 900 milímetros
cúbicos anuales de lluvia, ahora se tengan por debajo de los 600 y ya no puedan
captar mas agua los vasos acuíferos, por las carencia de suelo vegetal, la tremenda
cantidad de agua que necesitamos cada día para la industria, el riego agrícola
y el desordenado crecimiento poblacional
Ahora, sus anónimos vestigios naturales no significan mucho para el desarrollista urbano, el enajenado campesino (ajeno o despojado de sus valores de identidad) o el migrante urbano, establecido con nuevos ideales y unos fines más mediatos (la mayoría de la actual población irapuatense).
En este Cerro de Arandas con sus matices de selva seca, crecen erizados pochotes y huizaches,
sobrias cactáceas
y doradas burseras (un tipo de copal)
A poco mas de 2, 000 de altura, se puede hallar en este volcánico cerro, parte de la historia natural de la región que ahora llamamos Irapuato (Iraitzicutsio o Jiricuicho). La identidad de un humedal lacustre, que comenzó a desaparecer desde la colonia y terminó en nuestros días al detener finalmente los torrentes de inundación de la presa La Purísima. Pero, no obstante la marginalidad y el deterioro en que se encuentra este cerro, una mirada paciente e interesada, todavía nos permite descubrir vestigios donde hubiera una selva seca exuberante, ya que cuando uno penetra por los caminos abiertos por el ganado,
de pronto se topa en invierno con multitud de saltamontes,
aunado a todo esto, las aves migratorias transeúntes, hacía el norte o hacía el sur..
En el verano se pueden ver las floraciones de los huizaches
y las blancas flores de casaguate y el pochote
de las cuales se alimentan con polen o insectos las pequeñas abejas cerriles
y las temidas avispas
También se puede deleitar uno con el díscolo garambullo que de a poco regala sus frutos,
o las tunas de los varios tipos de nopales registrados aquí,mismas que integran la dieta de otros mamíferos como los tlacuaches (zarigüeyas)
o los pequeños zorros que deambulan entre rocas y arbustos.
Asimismo, se observan las enredaderas perennes de la tripa de vaca (del grupo de las vitáceas, pariente de la vid), que corona huizaches, garambullos o casaguates por igual, siempre buscando el sol. Una muestra más de la humedad estacional reinante es el paixtle que se fija, pacientemente, en cualquier árbol o arbusto elevado por igual.
En fin, todo este ecosistema que es una memoria viva y que aún es captador de agua y de carbono, está aquejado por el sobrepastoreo y por una equivocada planeación residencial
que está terminando con la cobertura vegetal y con las últimas raíces arqueológicas locales. Además, si le sumamos la pobreza de las colonias populares circundantes que consumen desde corazón de nopal (parte medular del nopal chamacuero) hasta leña. Todo este terreno puede verse algún día devastado como los aledaños cerros de
Finalmente,
se puede agregar que la historia natural de cada lugar es un gran libro abierto
donde se han registrado las bondades naturales de cada ecosistema, pero también
se encuentra la huella de cambios ambientales repentinos y catastróficos, ambos
registros impactan cambiantemente la biodiversidad presente en cada lugar
hasta que encuentra un equilibrio. Pero
entonces, el Cerro de Arandas que ha resistido cambios, ambientales y culturales, cismáticos, ¿Dejará de ser nuestra identidad natural y regional debido a
nuestro indolente olvido y a la falta de compromiso ambiental de las
autoridades locales? No creo que sea una respuesta que les toque responder a
las generaciones futuras.
NOTA FINAL:
Ayuden a mejorar este blog y dejen sus comentarios u observaciones. Gracias por su apoyo y atención.
NOTA FINAL:
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hola, me pareció excelente tu trabajo y tengo una pregunta: la foto cuando inicias la descripción, donde aparece una pirámide u abajo un lugar vacío, pertenece a Irapuato¿? es decir, es real o lo era?, dónde puedo investigar acerca de... Gracias.
ResponderEliminarAntes que nada Aarónmarquez mark, agradezco tu atención y comentario a esta publicación. Y en efecto, el lugar es en una comunidad de Irapuato y al parecer pudo haber lucido así, según los arqueólogos del Colegio de Michoacán (unidad La Piedad, Mich.) que han trabajado aquí en el Bajío. En primera instancia puedes visitar el museo de la ciudad de Irapuato y el museo de la zona arqueológica de Peralta para que puedas checar la cerámica y la distribución de los grupos asentados en la región. No pongo el lugar exacto para evitar el saqueo, que de por si, durante años, ha destruido los sitios arquelógicos. Por último puedes buscar un libro de la Arqueóloga Susana Meave del Castillo, en la biblioteca municipal, donde se describen los mas de 20 sitios arqueológicos del municipio. Espero que esta información te sirva de inicio y quedo a tu disposición. Hasta luego.
ResponderEliminarEfrén Hdez.
Gracias por tú informacion, lamentablemente estan acabando con el cerro de Arandas y toda la fauna y flora.
ResponderEliminarEsteban, agradezco tu comentario. Y pienso, que el compromiso es de todos, cada quien en su lugar y como se lo he propuesto a otros Biólogos o compañeros implicados en estas problemáticas, si no formamos mínimo una Asociación Civil, los desinteresados desarrollistas, seguirán maquinando cualquier cosa al amparo de los funcionarios locales y estatales que se presten a ello, como desgraciadamente lo es el obtuso cuarto cinturón vial.
EliminarEs grave el destrozo de este cerro, unico refugio de animales y plantas, y pulmon de la ciudad. Ya existen organizaciones en su defensa? Me uno al esfuerzo de conciencia.
ResponderEliminarExiste un grupo en Fb que se llama Movimiento ciudadano por el Cerro de Arandas: https://www.facebook.com/Movimiento-ciudadano-por-el-%C3%81rea-Natural-Protegida-Cerro-de-Arandas-784535981681326/?fref=ts...puedes solicitar que te agreguen y participes con las actividades que ellos realizan. Saludos y gracias por tu comentario.
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