Esta publicación es una semblanza de algunas vivencias que compartimos con el estudiante de Biología, Cetrero y amigo Sergio Arguelles Marmolejo. Seguiré siempre pensando que nos acompañará a cada salida de campo en estos cerros y sierras donde estemos registrando aves y otros bichos.
PRIMERAS CAPTURAS EN EL CERRO DE ARANDAS.
Esta foto es icónica para nosotros, porque aparte de ser la primera generación de biólogos, Sergio y otros compañeros, igual de inquietos, me empezaron a acompañar, ya que querían saber que era la Biología en el campo.
CENTRO ECOTURÍSTICO LAS PALOMAS, SIERRA DE GUANAJUATO.
En las salidas de campo, siempre compartía con todos, en esta foto, con su infaltable esposa Daniela, comparten la fogata en Las Palomas, con Mayela, Mytsi y la demás banda que era igual de relajienta ¡Pura joya!!
En esta foto estamos en Playa Azul, esperando a que estuvieran los jat- dogs, que a los compañeros se les ocurrió llevar para cenar ¡una eterna cena! ¡¡¡primera generación deberían de ser!!!. Todo nos salió bien en esa salida...
Por allá por el 2009, en octubre para ser mas exacto, decidimos aprovechar que conocíamos a la Biol. Landy Orozco, que trabajaba en la delegación estatal de la CONANP en Gto., ubicada en Sn. Luis de La Paz, para que nos pudiera guiar y conocer la Reseva de la Biósfera Sierra Gorda de Guanajuato. En la foto estamos por aventarnos un tentepie, ya que nos quedaban cuatro horas de viaje hasta El Platanal, aquí nos acompaña su cómplice de relajo Braulio, la Biol. Landy y el Dr. Alejo. Digo cómplice, porque el par, creyeron que no subiríamos una pendiente como de 900 m que hay recorrer para llegar al Río Sta. María que pasa por El Platanal, y por eso los dos nos cotorreaban al Dr. Alejo y a mi.
Esta es una excelente foto, porque habíamos dormido en El Platanal y por atravezar el río Sta. María que estaba crecido, estábamos húmedos de la cintura para abajo todavía en la mañana y véanlo, sonriente el muchacho. Aquí nos acompaña un personaje típico de esos lugares que se llama Santiago, excazador furtivo que se reclutó al campamento ecoturístico de El Platanal. Cuando le tocaba hacer guardia, le vi la primera escopeta con cargador de cinco cartuchos que he conocido, la tenía por seguridad, ya que siempre lo acompañaba su mujer y sus tres hijos.
CAPTURAS EN LOS CERROS.
Como muchísimas veces salimos solos o con otra persona a pajarear a los cerros, siempre lo que mas nos gustaba era redear. Con su innata disposición de aprendizaje de estas actividades, fue el primero en aprender a sacar aves de las redes. Para los dos, siempre fue un espacio para alejarse un poco de las responsabilidades, al menos un domingo hasta entrada la tarde.
Y como buenos biólogos, nunca nos faltó este exquisito platillo de atún con lo que sea. Ambas fotos son de un domingo cualquiera en el Cerro del Veinte.
SIEMPRE APOYANDO EN TRABAJOS DE CAMPO.
Después, en el 2011, conocimos a otro acelerado del campo con grado y todo el Dr. Adrián Leyte Manrique, apasionado de la Herpetología. En estas fotos, Sergio nos llevó a la presa La Galera (afueras de Abasolo, hacía Pénjamo), ya que andando de vago, entrenando sus aves con su primo, se dieron cuenta que mas de una decena de tortugas casquito se habían muerto o estaban agonizantes. Esto debido a la contaminación por aguas negras de este lugar
Como siempre fue muy sensible a los animales lastimados, esa vez anduvo cargando una garza garrapatera por mas de tres horas, ya que estaba lastimada de un ala, tal vez por un resorterazo de alguna persona inconsciente.
VIAJES ACADÉMICOS.
Creo que en su desarrollo académico siempre tuvo ángel, directa o indirectamente, ya que no cualquiera se toma una foto con nuestro Decano de la Botánica mexicana Jerzy Rzedowski. Aquí lo vemos con un grupo de Botánica visitando el Instituto de Ecología A. C, unidad Patzcuaro
En esta otra foto, con un grupo de Cordados, visitaron las colecciones de vertebrados de la Facultad de Ciencias de la UNAM, en el DF.
En esta foto está todo dicho, su afición por las pieles, heredada por el trabajo de su señor padre, lo dejó arrobado ante la variedad y delicadeza conque fueron curtidas las pieles de esta colección de vertebrados. Los estudiantes que tienen estas actitudes, no son comunes, no digo que sea malo no tenerla, pero demostrarla de esa manera, fue una característica que siempre lo resaltaba. En nuestra carrera no todo es aprendizaje, también es actitud y sensibilidad y eso le sobraba a Sergio.
APOYO EN LA COLECCIÓN DE ESQUELETOS.
Una de las
tareas mas difíciles para todo biólogo es aprovechar hasta lo último de un
organismo cuando se captura o se tiene un cadaver. Pero, esto se dificulta cuando solo puedes rescatar el esqueleto y el cuerpo presenta un grado de descomposición avanzado y
para obtenerlo mas rápido, hay que eviscerarlo. Pues todo esto no lo arredró nunca y siempre, en algunas ocasiones con Daniela me prestaron ayuda y en toda ocasión se les veía las ganas de aprender, a pesar de los incómodos olores.
Con base en lo aprendido en las distintas asistencias, apoyó y colaboró con los compañeros que le pedían ayuda, hasta aprendió a diferenciar las larvas y adultos de los escarabajos carroñeros que nos ayudaban a limpiar los esqueletos. Siempre en el mitote, con tal de aprender.
Ya después, me prestaron ayuda Daniela y el, eviscerando los organismos sin dañarlos. En la foto de abajo, nos tardamos algunas horas, porque fueron varios organismos que se iban a tirar a la basura, debido a que se descompuso el congelador y tuvimos que prepararlos todos. Ayudó mucho a la colección de esqueletos, ya que el los conseguía en el zoológico de Irapuato y siempre nos proveía de escarabajos.
Como siempre fue obstinado en aprender, cuando se lo proponía, finalmente tuvo que eviscerar este perro ayudado otra vez por Daniela. Este pobre animal se tuvo que sacrificar, porque lo habían atropellado y estaba muy golpeado, por lo que según nuestro amigo veterinario Aminadab, era mas justo sacrificarlo y aprovechar el esqueleto.
CENSO Y CAPTURAS EN EL CERRO DEL VEINTE.
Durante los cinco meses que duró este proyecto, siempre vimos a un Sergio que le gustaba relacionarse con la gente. Al Geólogo Ricardo Luna y a hija, no les costó ningún trabajo poder trabajar con el porque siempre era liviano y acomedido. Aquí estamos en una cañada por el lado de la comunidad de La Caja, acompañados por Moy González.
Siempre que íbamos al 20, invitábamos mas compañeros, ya sea para que nos ayudaran o para que conocieran este bello lugar. Nunca hubo pleitos o discusiones inútiles. Los compañeros siempre le dieron un lugar por la experiencia en cetrería que tenía desde adolescente y eso influía mucho en la convivencia. Aquí estamos con Moy González y Alfonso Anda.
En esta otra nos acompañó Daniel Mares..
Y en esta secuencia, con Lizeth Morales y Ricardo Bustos, levantamos el registro de dos animales atropellados, un zorro y un cacomixtle, cuando nos dirigíamos a redear a la Cañada del Salto.
Una de nuestras últimas y excelentes convivencias, fue cuando apoyamos a la Biol. Landy Orozco, en el 7o Censo de Aves en el Cubilete en el 2012. Las fotos corresponden a la visita al predio de crianza de cascabel del Sr. Andrés Hernández Quintana en Llanos de Sta. Ana...
...y la foto final con todos los compañeros del ITESI que asistimos en esa ocasión. Fue una gran convivencia y no se, si desde antes, pero comenzó una buena convivencia entre el y Landy Orozco, que después derivó en participar en la publicación de un libro.
Lo último que puedo agregar, es que me faltan muchos buenos momentos que no tienen fotografía. Esos también tienen su valor, pero es un valor incomunicable, una emoción que se me proyecta en descubrir que conocí una persona, que sus cualidades y las que desarrolló, lo hicieron original, de tal manera que cuando veo a los o las jóvenes que tienen su misma predisposición innata, creo que mi amigo no ha fallecido, sino seguirá vivo, en cada joven biólogo que sea sensible y entregado en su tarea de aprender y entender que es la vida.
¡GRACIAS SERGIO POR HABERNOS PERMITIDO CONVIVIR CONTIGO!
NOTA FINAL:
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